martes, 9 de septiembre de 2014

Tiempo para un café.

Son las 7 de la mañana, un chico  esta parado en la esquina de la gran avenida, el trafico esta empezando, tardara en encontrar un taxi libre, revisa su reloj. Impaciente cambia de pierna, se reajusta la mochila, parece pesada, pero no siempre es así. La cafetería esta llena de poetas y un joven escritor, ocasionalmente estudiantes acabando las tareas de último momento. Mi café se enfría.
Deduje que es estudiante, han pasado casi 20 minutos, tiempo suficiente para terminar mi café, he pedido una rosquilla  sin chocolate, tal vez así mantenga la figura, es un pensamiento ilusorio ya que; al no tener una rutina de ejercicio  la grasa se acumula, “la grasa se acumula”, vaya, debo dejar de pensar en las calorías.
Se acaba el tiempo, el chico empieza a desesperarse y toma el autobús, lleno para variar…veo rastros de preocupación en su semblante. Pago y el mesero me sonríe por la propina que suelo dejar, no es que tenga mucho dinero, pero, se que viven de sus propinas, este país va cada día peor. Tomo mi bolso y me coloco las gafas oscuras, se acabo mi tiempo, debo batallar para encontrar mi propio taxi.
Hoy me he levantado un poco tarde, ya no dispongo de tiempo suficiente para un panque, asi que tendré que conformarme con un café, el chico aparece con una sonrisa, pero sus ojos...parecen estar tristes, hoy ha tenido suerte, el taxi apareció pronto, fijo mi atención en alguien mas, mientras apuro mi café, pido la cuenta y el mesero me desea un lindo día, ¿Quién desea  “un lindo día”?, sonrió y le deseo lo mismo, nuevamente tomo mi bolso.
Sábado por la mañana,  he decidido empezar a correr, mmmm… correr es demasiado, empezare con una ligera caminata, debo olvidarme de los panecillos .Camino hacia el parque y es inevitable toparme el chico, hoy solo lleva jeans, una playera blanca y gafas oscuras, espera un taxi, para variar…Sera un fin de semana largo, ya acabe con los pendientes de la oficina, ¿Qué hará el chico?, la pregunta me sigue durante casi todo el día.
Lunes, tomo la silla de la cafetería, ordeno lo de siempre, coloco mis gafas en la mesa, es una buena  mañana, soleada, el escritor sigue concentrado en su historia. El chico  también madrugo, la mochila que siempre  lleva parece mas liviana que otros días, pago mi café. ¡Carajo!, olvide mi trabajo en casa, no me agrada llegar tarde. Es un mal inicio de semana.
Martes, ordenare una dona, ya he caminado varios días, Sin sentimiento de culpa, devoro hasta la ultima migaja. Casi me termino el café, algo falta… Alguien llegara tarde, aparece una sonrisa en mi rostro, pero pronto desaparece, al pasar los minutos el no llega, alargo el ultimo trago de café, con la vana esperanza de verlo antes de irme, pero no llega y los minutos se acortan. Debo irme.
Miércoles, el chico no llego el día de hoy, estoy esperando el taxi, veo alrededor,  el joven escritor nunca falta. Tal vez aparezca…no, no llegara ¿que haré si él no regresa a la esquina?, son las únicas distracciones que tengo. Viene un taxi, hoy no batalle para conseguirlo. A través del vidrio doy una última mirada.
 Jueves: la mesa de al lado siempre esta ocupada, las teclas siempre me acompañan durante el desayuno, vuelvo la mirada y el chico esta escribiendo, se detiene un instante, el suficiente para que ver como la mano atraviesa la mesa y  mientras la sorpresa aparece en sus ojos. Los curiosos pozos  ya no pueden verlo, ha desaparecido. El joven escritor tuvo por un instante, la visión de su personaje principal de su novela, frente a él. Consternado solo atina a preguntar al mesero si vio a la chica de la mesa de al lado, el niega con la cabeza y le dice que la mesa estaba vacía.  

FIN



miércoles, 3 de septiembre de 2014

¿Una pequeña historia de terror?...

Esa noche, Hanna  se dedico escribir una historia un tanto diferente, todo se ha escrito, pero siempre se escribe de diferente manera. Decidió que una historia de terror seria la indicada, pero no sabría si seria aceptada por sus incipientes lectores, así que se decidió por ese, no sin cierto recelo.
Un día después, cuando acabo la revisión, cosa de lo mas molesto, ya que debía restar las cosas que no deberían estar, al fin lo publico en un blog spot, que le tomo un día entero tomar la decisión de fondo de pantalla, ¡y pesar que tenia recelo al publicar y lo mas difícil fue decidir el fondo del blog!.
El primer paso estaba dado, en lugar de esperar sentada se ocupo en terminar los libros pendientes, era una asidua lectora de temas por demás escabrosos. Es una buena oportunidad de escribir sobre los miedos internos, esos de los que no nos atrevemos a ver, pero que están siempre agazapados tras una fotografía o una carta de alguien, de quien no podemos dejar ir…Temas un poco cotidianos, aun así latentes y a temporales.
Semanas mas tarde, se enfrento de nuevo al dilema, ¿Qué publicar?, ¿Qué es lo adecuado a seguir?, otra historia igual no, algo mas…
Había pensado en un cuento para adultos, pero no en este blog, “quiero ser yo misma”, pensó, así que continuaría según su instinto le indicara, “así que, preparados” amenazo.

Por más que lo deseaba volvía al mismo punto de partida. Las críticas en su mayoría habían sido buenas, así  a secas y también constructivas. El inicio fue fácil, pero continuar parecía más aterrador.
Su madre una mujer fuerte, siempre le decía, ¡No hay que tener miedo, hay que aventarse!, apretaba los puños  y levantaba el rostro, cabe decir que era una mujer de pequeña estatura, pero con mas agallas que muchas conocidas y por conocer, solo verla la inspiraba. (continuara)...







3-0-2014

D. R.
A. V. M.

lunes, 1 de septiembre de 2014

¿Una pequeña historia de terror?...

Cada mañana se levantaba con la misma idea, ¿Cómo empezar?...Sabía que era un paso muy sencillo, fácil, pero al mismo tiempo aterrador. Todo empezó hace 5 años, después de trabajar seis días a la semana, por fin tenía un día libre, así que decidió caminar un poco y recorrer el centro comercial, más cercano. No pensaba encontrar nada en especial, pero “nunca se sabe”, las tiendas desde temprano estaban abiertas. Tantas personas dispuestas a comprar, no es que realmente lo necesitaran, solo era entretenerse, perder el tiempo.
De pronto, algo llamo su atención, ¡ofertas!, exclama al mismo tiempo que camina hacia la bien iluminada tienda. Con la mirada buscaba algo que valiera la pena comprar.
 ¡Hola, buenos días!, ¿Desea ver cómo funciona?, señalando las computadoras portátiles.
El vendedor se había acercado de tal manera, que no lo vio hasta que le hablo a un par de pasos de ella, un poco sorprendido, le pidió le mostrase un modelo que le llamo la atención. Como no quería perder tiempo, se decidió por una recomendada por él, claro que el color era el que más le gustaba, una ligera laptop de color azul marino.
¡No imaginaba lo que pasaría más tarde!, cada vez que tenía un rato libre, siempre después del trabajo y las tareas domésticas, surgía un vacío, que no sabía a ciencia cierta cómo llenar, después de algún bocadillo, su mirada se posaba en esa laptop, así pasaron 5 años.
Una mañana, después de acabar sus labores se decidió por llenar ese vacío, tomo asiento en su escritorio, si es que el librero donde estaba, se puede llamar así tomo aire y broto un profundo suspiro. Había llegado el momento de empezar a sacar todas esas ideas acumuladas a través de los años. ¡Cuál sería su primer título?... de pronto se enfrentó al teclado e hizo a un lado ese temor y la historia surgió, letra tras letra fue formando una aventura, de la cual solo conocía el inicio, había tardado tanto tiempo nacer, que su creatividad se desborda o al menos eso pensó…
Continuara…