sábado, 16 de agosto de 2014

Un sueño de realidad

Se detuvo una vez mas en la puerta, de salida volvió a levantar la mirada. Sus labios se abrieron para decirles que no hicieran mas ruidos, pero recordó que la esperaba Cristina.
En el momento que introducía su llave en el auto, su vecina, que estaba observándola desde que la vio llegar se acerco rápidamente. Sara la vio venir pero su auto era un modelo viejo y cada vez batallaba mas con la cerradura. La encaro con una encantadora sonrisa y sin darle tiempo a que hablara le dijo que si, ya estaba haciendo los arreglos necesarios para evitar las molestias, Solo era cuestión de tiempo, sin mas subió  de prisa y arranco.
Forzó el vehículo para no llegar tarde, aun tenia que pasar por las flores, la vida estaba llena  de coincidencias. La cita coincidida con su aniversario. Cada año un ramo de rosas azules adornaba su acogedora sala.
Se estaciono frente al local, eligió un ramo de acacia, una de sus favoritas. El chico al verla llegar se adelanto y ya la espera en la entrada con las flores, le agradaba su clienta y con una sonrisa la saludo.
-Buenas tardes Sra. Sara. ¿Que tal su día?...
-Buenas tardes Luis, es una buena tarde y pronto sera mejor.
-Hoy recibimos este pedido, están frescas, casi podría decir que las cosecharon el día de hoy.
-Tiene buen aspecto (olfateo las flores con los ojos entrecerrados).
-Sabes tengo un poco de prisa, mañana pasare a pagarte, ¿estas de acuerdo?
-Por supuesto, no faltaba mas- dijo con una sonrisa. Antes de irse se detuvo y tomo una rosa blanca.
Debía apurarse, pero no deseaba tener otro percance, disminuyo la velocidad, ademas no se iría, pensó con una leve sonrisa.
Cuando llego por Cristina, esta estaba inquieta. En cuanto la vio venir, salio a su encuentro. Subiendo al auto mientras le decía, que en dos horas obscurecería.
-He pensado que podríamos hacer una visita mas...Cristina volteo con una mirada tímida hacia Sara.
Su respiración se agito, el color subió a su rostro, pero recobro la compostura en un segundo.
-Si, seria lo correcto...
Por fin estaba lista, había pasado un año, desde el percance, Cristina la condujo hacia la entrada del cementerio.
-Espera, olvide la rosa
Regreso y tomo la rosa, junto con un sobre que tenia en la guantera.
El aire empezó a circular entre las viejas y descuidadas losas, las imágenes de ángeles y querubines manchados  por las lluvias de años pasados, daban la sensación de abandono.A cada paso que daba hacia la cripta familiar, su corazón latía mas aprisa...

Segunda parte.















No hay comentarios:

Publicar un comentario