sábado, 23 de agosto de 2014

Un sueño de realidad

Frente a la cripta, Cristina deposito las flores en el espacio que parecía ser un florero
-Es el momento de leer la carta...¿Sara?...¿Estas bien?.
Un soplo de viento agito su cabello, haciendo que cerrara su chaqueta con rapidez; la palidez  invadió su rostro, cuando introdujo  su mano en su bolsillo, asió el sobre que esperaba hace ya, un largo año.
Con la mano temblando, observo la letra de su esposo. Sus dedos no atinaban a rasgar el sobre, al empezar a leer la carta, ese instante se detuvo, un silencio la aisló completamente durante unos minutos, en los cuales, Cristina temió por su hermana.Sabia que no era el momento de satisfacer su curiosidad.
-¿Cariño, estas bien? pregunto preocupada.
-Si,estoy bien,  (pero a estas alturas no importa ya, pensó). 
Durante el trayecto a casa,  todo fue encajando, como un rompecabezas, una sonrisa triste afloro en sus labios, aspiro profundamente el aroma artificial que reinaba en el vehiculo y siguió conduciendo.
-¿Cenarías conmigo esta noche? pregunto de pronto Sara.
-¡Claro cariño!, ¡Preparare un delicioso espagueti, como el que te gusta!. También un ...
Con una sonrisa asintió a todas las ocurrencias de su hermanita,ya no la escuchaba, no podía empezar sin ella , sin su paciencia y temple.
La farola iluminaba la calle, había obscurecido, a lo lejos observo las luces de las ventanas superiores, y tomando el control remoto abrió la puerta principal, estando en el garaje, Cristina dijo: espera un momento debo levantar las hojas que quedaron en el asiento, Sara asintió y entro.
Las luces de la planta superior se veían prendidas, subió un peldaño de la escalera  Cristina la alcanzo, antes de subir.
-¿Deseas algo de beber, antes de cenar linda?...
-No gracias, estoy bien. Contesto sin bajar el peldaño,
Cristina se perdió en la cocina, al levantar su mirada, Susi su pequeña bajo a abrazarla, tras ella, Max sonreía, mientras levantaba su brazo para saludarla
-¡Hola, mamá!
-¿Como estuvo tu día? pregunto Susi
-Bien, muy bien nena, cenaremos en un rato mas.
-Mamá tengo mucha tarea, (haciendo un moîn)...solo tomare un vaso de leche
-Yo tampoco, ya tome un sanwhich, temprano. Mientras hablaban ambos caminan hacia el estudio.
-¡Alto ahí!, tengo una queja de los vecinos,(entornando sus ojos) bajen el volumen, ¿si?, ya es tiempo de descansar, quiero tener paz en esta casa.
Una mirada de complicidad fue compartida y supieron que el momento había llegado.
-Si mama, pero siempre que veas la luz de mi cuarto, sabrás que lo hago por ti, vamos ya es hora de continuar, dirigiéndose a su hermano.
Cristina estaba acabando de preparar la cena, cuando escucho bajar a Sara, asomo su rostro por la puerta de la cocina y la vio girando hacia ella.
-Huele delicioso.
-¡Pues te chuparas los dedos con mi espagueti!.
Después de cenar, Cristina noto a su hermana, serena y volvio a preguntar por el sobre que Sara siempre observaba cuando creia que nadie la veía. Una carta que su esposo le escribió el mismo día de su aniversario, que coincidió con el incidente, Era una sorpresa, pero con las prisas no leyo.
-¿Que decía la carta?
Sara, le dio el sobre para que la leyera.
-La carta de Paul, decía que tenia reservado una cabaña, para ella y otra para los chicos, pero esta estaba en una colina cerca del mar, la reservaciôn incluía una excursión a unas grutas poco conocidas de la montaña.
Hoy, hacia un año que Sara y su familia, se tomaban unos días , para celebrar su aniversario, decidieron viajar de noche, ya que las carreteras estaban menos congestionadas. Siempre coincidía con las vacaciones de verano, esa noche unos chicos se celebraban el inicio de las vacaciones, con alcohol, infortunadamente se poncho una llanta pasando una curva, debido su estado de embriagues ,no pusieron las señales,para no ser detenidos por la policía de caminos, no hubo tiempo de frenar...,
Ella y sus hijos estaban gravemente heridos, pero su esposo falleció al instante, durante dos días estuvo in consiente, cuando recobro el conocimiento le comunicaron , que Paul, su esposo había muerto al instante, pero sus muchachos estaban graves, los chicos al ir jugando se habían quitado el cinturón se seguridad y el impacto los hizo salir por la ventanilla, no habían esperanzas.
Fallecieron esa misma noche, cuando Sara se entero de la muerte de su esposo.
Despertó una semana mas tarde y en silla de ruedas asistió al cementerio, para despedirse, aun no sabia exactamente que estaba pasando; así, continuo unos meses, todo volvió a la normalidad solo que sin su compañero de vida,puesto que no aceptaba la muerte de sus hijos,  los chicos no la habían dejado.
Un día después, cuando Sara regresaba del trabajo, vio las luces de la recamara prendidas y enseguida se apagaban, cuan ella estaba en casa. Las flores de su aniversario siguieron llegando por varios años mas.

Fin.



sábado, 16 de agosto de 2014

Un sueño de realidad

Se detuvo una vez mas en la puerta, de salida volvió a levantar la mirada. Sus labios se abrieron para decirles que no hicieran mas ruidos, pero recordó que la esperaba Cristina.
En el momento que introducía su llave en el auto, su vecina, que estaba observándola desde que la vio llegar se acerco rápidamente. Sara la vio venir pero su auto era un modelo viejo y cada vez batallaba mas con la cerradura. La encaro con una encantadora sonrisa y sin darle tiempo a que hablara le dijo que si, ya estaba haciendo los arreglos necesarios para evitar las molestias, Solo era cuestión de tiempo, sin mas subió  de prisa y arranco.
Forzó el vehículo para no llegar tarde, aun tenia que pasar por las flores, la vida estaba llena  de coincidencias. La cita coincidida con su aniversario. Cada año un ramo de rosas azules adornaba su acogedora sala.
Se estaciono frente al local, eligió un ramo de acacia, una de sus favoritas. El chico al verla llegar se adelanto y ya la espera en la entrada con las flores, le agradaba su clienta y con una sonrisa la saludo.
-Buenas tardes Sra. Sara. ¿Que tal su día?...
-Buenas tardes Luis, es una buena tarde y pronto sera mejor.
-Hoy recibimos este pedido, están frescas, casi podría decir que las cosecharon el día de hoy.
-Tiene buen aspecto (olfateo las flores con los ojos entrecerrados).
-Sabes tengo un poco de prisa, mañana pasare a pagarte, ¿estas de acuerdo?
-Por supuesto, no faltaba mas- dijo con una sonrisa. Antes de irse se detuvo y tomo una rosa blanca.
Debía apurarse, pero no deseaba tener otro percance, disminuyo la velocidad, ademas no se iría, pensó con una leve sonrisa.
Cuando llego por Cristina, esta estaba inquieta. En cuanto la vio venir, salio a su encuentro. Subiendo al auto mientras le decía, que en dos horas obscurecería.
-He pensado que podríamos hacer una visita mas...Cristina volteo con una mirada tímida hacia Sara.
Su respiración se agito, el color subió a su rostro, pero recobro la compostura en un segundo.
-Si, seria lo correcto...
Por fin estaba lista, había pasado un año, desde el percance, Cristina la condujo hacia la entrada del cementerio.
-Espera, olvide la rosa
Regreso y tomo la rosa, junto con un sobre que tenia en la guantera.
El aire empezó a circular entre las viejas y descuidadas losas, las imágenes de ángeles y querubines manchados  por las lluvias de años pasados, daban la sensación de abandono.A cada paso que daba hacia la cripta familiar, su corazón latía mas aprisa...

Segunda parte.















miércoles, 13 de agosto de 2014

Un sueño de realidad

 La casa de Sara era una mas entre un vecindario cualquiera,tenia un pequeño pino que te daba la bienvenida, un pasillo que te lleva a la puerta de cristal, que hacia juego con los grandes ventanales de la casa,debería de tener mucha luz, al entrar respirabas el aroma a lavanda, en fin una casa normal.La recamara estaba al fondo de la casa, casi abajo de la escalera, lo que hacia que escuchara cuando sus vecinos salían, solo así, sabia que era hora de levantarse, no le agradaban los despertadores, tenia un reloj interno que no le fallaba nunca...
Cada mañana desayunaba acompañada de sus hijos, los llevaba al la escuela y conducía a su trabajo, el cual le llenaba las horas vacías, pero al llegar la noche,repetía la rutina, aun así, sentía que le faltaba algo, con esta sensación se quedo dormida.
Antes de abrir los ojos, escucho las aves que anidaban en el pequeño pino.  -Estamos en otoño...-se levanto y noto que aun no salia el sol, preparo el desayuno como todos los dias, -falta algo...
Sin darle mucha importancia,salio rumbo al trabajo y durante el camino, recordó que debía llamar a su hermana.
-¡Hola, ¿como has estado?
-¡HOLA! ,muy bien, necesito verte, ¿recuerdas nuestra cita mensual?
-Mmmmm
-Vamos...no insistiría si no lo necesitaras.
-Bien, pasare por ti mas tarde.
-Ok te espero.
Cristina, tomo su bolso y llamo al doctor; salio a hacer sus compras, le preocupaba el olvido de la cita por parte de Sara.
Habían pasado varios años y necesitaba hacerle ver que la vida continuaba mas allá del trabajo.
Salia del trabajo cuando recordó, que había olvidado el regalo en su cocina. Antes de entrar se detuvo un instante, las ventanas dejaban salir el sonido de una melodía de moda, sonrió, con un suspiro entro a la casa, por un instante pensó en subir, pero debía darse prisa.

Primera parte.