Frente a la cripta, Cristina deposito las flores en el espacio que parecía ser un florero
-Es el momento de leer la carta...¿Sara?...¿Estas bien?.
Un soplo de viento agito su cabello, haciendo que cerrara su chaqueta con rapidez; la palidez invadió su rostro, cuando introdujo su mano en su bolsillo, asió el sobre que esperaba hace ya, un largo año.
Con la mano temblando, observo la letra de su esposo. Sus dedos no atinaban a rasgar el sobre, al empezar a leer la carta, ese instante se detuvo, un silencio la aisló completamente durante unos minutos, en los cuales, Cristina temió por su hermana.Sabia que no era el momento de satisfacer su curiosidad.
-¿Cariño, estas bien? pregunto preocupada.
-Si,estoy bien, (pero a estas alturas no importa ya, pensó).
Durante el trayecto a casa, todo fue encajando, como un rompecabezas, una sonrisa triste afloro en sus labios, aspiro profundamente el aroma artificial que reinaba en el vehiculo y siguió conduciendo.
-¿Cenarías conmigo esta noche? pregunto de pronto Sara.
-¡Claro cariño!, ¡Preparare un delicioso espagueti, como el que te gusta!. También un ...
Con una sonrisa asintió a todas las ocurrencias de su hermanita,ya no la escuchaba, no podía empezar sin ella , sin su paciencia y temple.
La farola iluminaba la calle, había obscurecido, a lo lejos observo las luces de las ventanas superiores, y tomando el control remoto abrió la puerta principal, estando en el garaje, Cristina dijo: espera un momento debo levantar las hojas que quedaron en el asiento, Sara asintió y entro.
Las luces de la planta superior se veían prendidas, subió un peldaño de la escalera Cristina la alcanzo, antes de subir.
-¿Deseas algo de beber, antes de cenar linda?...
-No gracias, estoy bien. Contesto sin bajar el peldaño,
Cristina se perdió en la cocina, al levantar su mirada, Susi su pequeña bajo a abrazarla, tras ella, Max sonreía, mientras levantaba su brazo para saludarla
-¡Hola, mamá!
-¿Como estuvo tu día? pregunto Susi
-Bien, muy bien nena, cenaremos en un rato mas.
-Mamá tengo mucha tarea, (haciendo un moîn)...solo tomare un vaso de leche
-Yo tampoco, ya tome un sanwhich, temprano. Mientras hablaban ambos caminan hacia el estudio.
-¡Alto ahí!, tengo una queja de los vecinos,(entornando sus ojos) bajen el volumen, ¿si?, ya es tiempo de descansar, quiero tener paz en esta casa.
Una mirada de complicidad fue compartida y supieron que el momento había llegado.
-Si mama, pero siempre que veas la luz de mi cuarto, sabrás que lo hago por ti, vamos ya es hora de continuar, dirigiéndose a su hermano.
Cristina estaba acabando de preparar la cena, cuando escucho bajar a Sara, asomo su rostro por la puerta de la cocina y la vio girando hacia ella.
-Huele delicioso.
-¡Pues te chuparas los dedos con mi espagueti!.
Después de cenar, Cristina noto a su hermana, serena y volvio a preguntar por el sobre que Sara siempre observaba cuando creia que nadie la veía. Una carta que su esposo le escribió el mismo día de su aniversario, que coincidió con el incidente, Era una sorpresa, pero con las prisas no leyo.
-¿Que decía la carta?
Sara, le dio el sobre para que la leyera.
-La carta de Paul, decía que tenia reservado una cabaña, para ella y otra para los chicos, pero esta estaba en una colina cerca del mar, la reservaciôn incluía una excursión a unas grutas poco conocidas de la montaña.
Hoy, hacia un año que Sara y su familia, se tomaban unos días , para celebrar su aniversario, decidieron viajar de noche, ya que las carreteras estaban menos congestionadas. Siempre coincidía con las vacaciones de verano, esa noche unos chicos se celebraban el inicio de las vacaciones, con alcohol, infortunadamente se poncho una llanta pasando una curva, debido su estado de embriagues ,no pusieron las señales,para no ser detenidos por la policía de caminos, no hubo tiempo de frenar...,
Ella y sus hijos estaban gravemente heridos, pero su esposo falleció al instante, durante dos días estuvo in consiente, cuando recobro el conocimiento le comunicaron , que Paul, su esposo había muerto al instante, pero sus muchachos estaban graves, los chicos al ir jugando se habían quitado el cinturón se seguridad y el impacto los hizo salir por la ventanilla, no habían esperanzas.
Fallecieron esa misma noche, cuando Sara se entero de la muerte de su esposo.
Despertó una semana mas tarde y en silla de ruedas asistió al cementerio, para despedirse, aun no sabia exactamente que estaba pasando; así, continuo unos meses, todo volvió a la normalidad solo que sin su compañero de vida,puesto que no aceptaba la muerte de sus hijos, los chicos no la habían dejado.
Un día después, cuando Sara regresaba del trabajo, vio las luces de la recamara prendidas y enseguida se apagaban, cuan ella estaba en casa. Las flores de su aniversario siguieron llegando por varios años mas.
Fin.